miércoles, 14 de octubre de 2015

La Verdad acerca de los Niños con Déficit de Atención

No se trata de que el niño es “necio”, o que no se esfuerza lo suficiente. Sus comportamientos, como todos los comportamientos, son el producto de eventos fisiológicos en su cerebro, los cuales son difíciles de modular a punta de buenas intenciones. Y mucho menos se van a corregir mediante regaños y castigos permanentes de los padres u otras figuras de autoridad.

En el Instituto Colombiano de Neurofeedback frecuentemente escuchamos las quejas de padres y madres acerca de sus hijos ... “mi hijo nunca sabe qué tareas tiene”, “a mi hija se le olvida traer los libros que necesita para hacer sus trabajos en casa”, “estoy cansada de que me citen en el colegio para hablar sobre el mal comportamiento de mi hijo en clase”,  “los profesores siempre se quejan de su falta de atención y que distrae a los otros niños”, “mi hijo se frustra fácilmente y se pone furioso”, “mi hija necesita monitoreo permanente para llevar a cabo cualquier rutina”, etc. 

También es común escuchar que los niños suelen disculparse por su actuar y/o comprometerse a que no repetiran su “mal” comportamiento, para al día siguiente volver a cometer los mismos errores. Esto, de manera entendible, angustia a los padres quienes lo toman como una afrenta, un acto de desafio, o como falta de voluntad por parte del niño.

La verdad es que los niños con déficit de atención, u otras condiciones que afectan su actuar, ni están buscando ofender a sus figuras de autoridad, ni les falta voluntad.

Ellos realmente quisieran comportarse distinto y ser más asertivos. Pero el déficit de atención es una condición neurológica y por ende, sobrepasa y desborda la voluntad.

Los primeros pasos para apoyarlos es tener clara esta realidad y amarlos incondicionalmente.

Estrés mi Hijo???

El estrés en los niños es mucho más común de lo que tal vez tenemos consciencia. A veces los padres tendemos a trivializar o restarle importancia a lo que para nuestros hijos son sensaciones y vivencias generadoras de desasosiego. El colegio, las actividades extracurriculares, los cambios familiares, y las relaciones con los compañeros entre otras circunstancias, pueden ser fuente de preocupación en los niños. Podemos caer en el cliché de que la infancia es una época de felicidad pura, cuando la realidad es que esta etapa de la vida tiene tantos desafíos como cualquier otra época -recordemos que es un momento de permanentes cambios físicos, emocionales y cognitivos.
Cuando nos interesamos en sus experiencias y les demostramos nuestra compresión, respeto y empatía frente a aquello que les inquieta, apoyamos un aumento de su confianza y bienestar. No se trata de  “apoyarles la debilidad”, o alimentarles sus angustias, pero sí de que se sientan comprendidos sin juicio alguno.
La agresividad, la falta de concentración, una baja en el rendimiento, las dificultades de comunicación, y la aparición de trastornos en alimentación, etc. son algunas manifestaciones de estrés en niños y adolescentes. Es importante tomar medidas en este caso cuanto antes ya que el estrés mal manejado puede desencadenar problemas mayores, incluso trastornos a futuro.   
En ocasiones, este estrés viene asociado a problemas concretos que cada vez afectan más a los niños, como los problemas de atención y aprendizaje –o más específicamente, el déficit de atención y el déficit de atención con hiperactividad.
En el Instituto Colombiano de Neurofeedback y nuestro método de frecuencias infrabajas brindamos un entrenamiento cerebral personalizado, el cual de manera no invasiva, ayuda al desenvolvimiento de todo el potencial de los niños, mientras los síntomas del estrés disminuyen. Esto redunda en el fortalecimiento de su autoestima y seguridad, la superación de miedos, y la construcción de una mayor resiliencia en su adaptación a la vida diaria.