domingo, 24 de enero de 2016

La Conmoción Cerebral

El síndrome postconmoción cerebral o síndrome postconcusión se manifiesta a través de síntomas que una persona puede experimentar durante semanas, meses, o en ocasiones hasta más de un año después de una concusión cerebral. El síndrome puede ocurrir como producto de una lesion traumática leve, moderada, o grave del cerebro, y los síntomas pueden ser físicos, cognitivos, emocionales y/o comportamentales.

Los atletas jóvenes, particularmente aquellos que se desempeñan en deportes de contacto, tienen un riesgo significativamente más alto de padecer síntomas postconcusión, comparado con los jugadores mayores. Al menos a esta conclusión llegó un estudio publicado la semana pasada en el Journal of Pediatrics (http://blog.designsforhealth.com/si-42214/young-athletes-have-an-increased-risk-of-prolonged-post-concussion-symptoms) realizado con adolescentes varones jugadores de hockey sobre hielo. Esto nos lleva a reflexionar sobre opciones dirigidas al cuidado de estos cerebros aún en desarrollo y los golpes en la cabeza asociados a los deportes de contacto.   

Los tratamientos médicos para los síntomas postconmoción han consistido básicamente en opioides (para los dolores de cabeza), antidepresivos, antinauseas, antivértigo, y estimulantes, así como también medicamentos para aumentar los niveles de ciertos neurotransmisores. Sin embargo, creo que es importante entender que estos medicamentos no dan la solución. No abordan la dificultad que subyace. Los dolores de cabeza y el vértigo no son el problema. Son síntomas del problema. Enfocarse en los síntomas puede distraernos y que ignoremos el asunto real: hay una disrupción de la organización de los circuitos neuronales, producto del sarandeo ocasionado en el cerebro dentro del cráneo con el golpe. Se ha generado una desregulación a nivel funcional en la comunicación entre las neuronas, la relación entre estas se alteró, y esto es lo que trae como consecuencia la sintomatología.  

Ante esta situación, el cerebro entra espontáneamente en una autorecuperación que está sujeta a un período de tiempo – generalmente hasta 18 meses – donde los circuitos o redes se reorganizan y buscan al máximo regular y restablecer lo mejor posible sus comunicaciones. El Neurofeedback, tratamiento no invasivo que entrena las ondas cerebrales, facilita y acelera este proceso en la condición del síndrome postconmoción.

Neurofeedback no está haciendo nada al cerebro, en el sentido que no impone, ni dirige que es lo que este debe hacer. Pero sí muestra al cerebro lo que este está haciendo para que pueda encontrar el camino hacia su propia recuperación. Le da información al cerebro acerca de su propio comportamiento. Neurofeedback podría entonces ser entendido como una técnica de rehabilitación, o una rehabilitación cerebral, realizada a través de tecnología.


Esperemos que, dentro de pocos años el Neurofeedback – y particularmente Neurofeedback en Frecuencias Infrabajas – sea entendido como el recurso apropiado para el manejo de fondo de las conmociones cerebrales, incluso dentro de la comunidad médica.